Más allá de la sospecha, una panorama de la narrativa francesa contemporánea
Prólogo y compilación de Philippe Ollé-Laprune
Dirección de Literatura, UNAM/Editorial Almadía, 2009


“La literatura escrita en francés goza de una extraña reputación: la de encontrarse a disgusto en la brevedad, como si requiriera de un espacio más amplio para ofrecer mejores resultados”, escribe Philippe Ollé-Laprune en el prólogo a esta antología. Si bien la prosa de los más grandes autores franceses construye ficciones que rechaza las formas compactas y las historias con tramas concentradas, esta antología nos permite apreciar, de acuerdo con el compilador, “las herencias y las rupturas, así como una inevitable relación con el pasado, la conciencia de los avances que experimenta una disciplina artística y el intento de elevarla por encima de lo existente para crear algo nuevo”. Desde el comienzo del siglo XX la narrativa francesa, apunta Ollé-Laprune, “ha atravesado buen número de pruebas que resquebrajaron su legitimidad o, por lo menos, amenazaron las bases mismas de su presencia”. Algunos asimilaron tales críticas “y supieron construir su obra a partir de ellas, otros ignoraron de manera soberbia lo que consideraron una pérdida de tiempo y crearon sobre bases más clásicas”, mientras que otros “supieron mezclar ambas tendencias, y entretanto todos los anteriores han seguido escribiendo una obra que se encuentra más allá de toda sospecha”. Más allá de la sospecha muestra así la gran variedad de tonos, estilos y maneras de narrar producidos en Francia. Maurice Blanchot, George Perec, Annie Saumont, Hubert Haddad, Patrick Deville, Pierre Michon y Marie Darrieussecq, son algunos de los escritores cuyos relatos forman parte de esta antología.  En palabras de Philippe Ollé, el lector se sentirá impresionado por la diversidad de las posturas, la amplitud de la gama de posibilidades y la gran libertad de la que gozan los creadores aquí presentados. “Sería imprudente aventurar una conclusión general –sostiene el autor del prólogo-, pero sin embargo comparten ciertos rasgos que merecen ser comentados”. Uno de ellos es, según el propio Ollé-Laprune, “la capacidad de llevarnos a ese recóndito lugar donde el alma humana revela al mismo tiempo sus fragilidades y sus grandezas".