RAYUELA |
Ediciones individuales de cuento, relato y novela de narradores nacionales y extranjeros contemporáneos. |
Nadie se llama Caín de José Manuel Mateo
(Serie Rayuela, 2019) El crimen, el error, el pecado y la culpa son los hilos que urden las complejas tramas de los diecisiete relatos que componen este volumen, ya sea bajo la forma de la expectativa, del acto o bien de la confesión, siempre a medio camino entre la verdad y su ausencia. Las voces de presidiarios y militantes, hermanas, esposas, jóvenes estudiantes y viejos profesores se entrecruzan aquí en una especie de novela construida a partir de visiones fragmentarias, donde los personajes de un relato sugieren a otros que llevan los mismos nombres y desempeñan trabajos afines, en un juego de pista y desdoblamientos en el que la prosa correctamente temperada de Mateo conduce a sus lectores a través de los sórdidos pasillos de las pasiones y los deseos humanos. Efectivamente: nadie se llama Caín, pero cada quien, es estas páginas, podría exhibir la señal del crimen. |
Te preparé humo de Saúl Hernández-Vargas (Dirección de Literatura, UNAM, serie Rayuela, 2019) Este volumen reúne una serie de relatos híbridos, a medio camino entre el testimonio, el ensayo y la crónica. Reescritos en su mayoría entre 2015 y 2018, estos textos plantean una especie de prosa de frontera –no sólo entre géneros sino geográfica y emocional, mental y física- que sondea la experiencia migratoria de nuestros tiempos. O quizá sería mejor decir que se trata de una serie de textos atravesados por la migración en tanto íntimo terremoto, en el que las placas de quien cambia de un sitio a otro chocan y se reacomodan, reconfigurando la totalidad de la superficie del yo: la piel, la memoria, el lenguaje. Nada será igual tras la sacudida de ese suelo interior. Lo sabía bien el pueblo navajo, que cantaba “Te preparé humo” como una ofrenda, como un acto paradójicamente restitutivo y celebratorio de lo que significa estar en el mundo. |
Nunca seremos poetas de Gustavo Ogarrio (Dirección de Literatura, UNAM, serie Rayuela, 2018) Las narraciones que componen este volumen van del relato fantástico a las evocaciones de espacios y personas perdidos y recobrados en los largos pasillos de la historia personal; del retorno y la derrota de un superhéroe de utilería a los púberes que nunca serán poetas pero que en los pizarrones escolares hacen valer el derecho a la poesía en la constreñida solemnidad del aula. Sobre la narrativa del autor, dice Juan Villoro: “Lo primero que leí de Ogarrio fue el cuento ‘El baile de Augusto’. En un espacio muy breve convoca diversas territorialidades y demuestra, en el avión de sus personajes, que el mejor medio de transporte es la lectura: tres o cuatro planos se intersectan con fuerza, gracias, entre otras cosas, a la prosa medida con la que escribe; cede el énfasis cuando es necesario y escoge adjetivos o injurias cuando vale la pena subir el tono”. |
Almas en pena en el paraíso perdido (Equinoccio de primavera) de Hélène Rioux (Dirección de Literatura, UNAM, serie Rayuela, trad. Roberto Rueda Monreal, 2017) Melancólico a pesar de estar en el nirvana, Dante se pregunta dónde están los círculos del infierno que describió tan bien siglos atrás y por qué el marqués de Sade no habita ninguno de ellos. ¿Acaso es así de sencillo llegar al cielo? Al mismo tiempo, en la tierra, todos buscan su propia versión del paraíso: por ejemplo, ahí está esa mujer de retorcidas ideas resuelta a ayudar a un escritor a terminar su contemporánea versión de La divina comedia; mientras tanto, en un avión entre Sofía y Pisa, encontramos a ese anciano, famoso compositor de música para películas, que desea volver a la Toscana antes de morir; y, en Rhode Island, tenemos a esa otra mujer decidida a casarse con un cruel asesino en serie condenado a muerte en prisión. |
Primeros cuentos de Joaquim Maria Machado de Assis (Dirección de Literatura, UNAM, Trad. Eduardo Langagne, Serie Rayuela, 2017) Admirado por Woody Allen y Susan Sontag, entre muchos otros, Joaquim Maria Machado de Assis (Río de Janeiro, 1839-1908) es considerado uno de los maestros del realismo y el primer gran cuentista latinoamericano. Autodidacta de formación y huérfano desde niño, dominó varios idiomas y fundó la Academia Brasileira de Letras. Escribió nueve novelas, múltiples relatos y crónicas, además de piezas teatrales. A poco de cumplirse ciento diez años de su muerte, el poeta Eduardo Langagne reúne y traduce en este libro siete cuentos de este autor hijo de mulatos libres. |
Deudas pendientes de Agustín Monsreal (Dirección de Literatura, UNAM, Serie Rayuela, 2016) Eduardo Antonio Parra escribe acerca de Deudas pendientes: “¿Es el deseo un enigma y la imaginación, la clave para desvelarlo? ¿Puede el autor sostenerse en la posibilidad de materialización de un ser literalmente soñado? ¿Es el ideal de igualdad entre los géneros una guerra de baja intensidad en un terreno minado por la desconfianza y la revancha? ¿Realmente querríamos conocer el rostro más áspero de la verdad? Sin brindar una respuesta fácil o puntual a todas estas cuestiones, camuflándolas hábilmente en sus tramas como misterios y paradojas de la vida cotidiana, las 34 historias contenidas en el presente volumen dan cuenta de uno de los ejercicios narrativos más gozosos y fecundos de la literatura mexicana contemporánea. Dividido, simétricamente en los dos apartados que le dan título, Deudas pendientes es una confirmación más de Agustín Monsreal no sólo como maestro indiscutible del cuento y los géneros breves, sino también como aguzado testigo y relator de la realidad.” |
Día franco, de Adrián Curiel Rivera (Dirección de Literatura, UNAM, Serie Rayuela, 2016)
En los cinco relatos que componen Día franco hay una figura constante: perros que acompañan a los protagonistas a lo largo de sus muchas derrotas cotidianas. Por momentos se resignan al papel de fieles compañeros que le han atribuido los humanos, otras veces actúan como instigadores de auténticos motines. En este volumen, el autor presenta, sin dejar a un lado el sentido del humor, historias de hombres y mujeres sumidos en la edad pantanosa de la madurez, individuos que pretenden tomar las riendas de las circunstancias hasta que éstas los hacen sus víctimas. Todos ellos aparecerán rodeados en mayor o menor medida por esos animales que, como en la vida misma, a veces parecen surgir de la nada, colman la rutina con su presencia, van y vienen en todas las formas, tamaños y colores, y rompen los silencios con sus aullidos. |
Anatomía de una ilusión, de Javier Perucho (Dirección de Literatura, UNAM, Serie Rayuela, presentación: Ana María Shua, 2016)
Con un lenguaje sencillo, coloquial, pero siempre riguroso, Javier Perucho nos trae estas historias mínimas y sin embargo completas y complejas, por donde avanzan sus personajes a través de pequeños caos, pequeñas pesadillas borrosas. Perucho se permite jugar con varios tonos: por momentos es realista, por momentos sus minificciones, sin despegarse del mundo real, sin abandonar nunca la mirada crítica sobre la sociedad, tocan la frontera de lo caricaturesco o de lo absurdo. |
Joven la muerte niega el amor joven. Cuentos del siglo XIX de Marco Antonio Campos (Dirección de Literatura, UNAM, Serie Rayuela, 2015)
Esos hombres fueron, quizá, los mejores poetas del romanticismo en México. Cada uno de ellos cuenta con al menos un poema que los representará para siempre. Todos se vieron abrumados por la desdicha, la pobreza, los desencantos o, incluso, la locura. Y los tres encabezaron una feroz batalla contra la muerte que, sin embargo, perdieron muy jóvenes. Con una honda simpatía, pero también un amplio conocimiento histórico, Marco Antonio Campos narra el trágico camino a la destrucción de los escritores Ignacio Rodríguez Galván, Marcos Arróniz y Manuel Acuña, al tiempo que también retrata el contexto político, económico y social de esos convulsos años. En los tres relatos que componen este volumen, es posible revivir el paso del primer poeta maldito de México, Rodríguez Galván, por la emblemática Academia de Letrán; también, el proceso... |
El discurso nocturno de Luisa Josefina Hernández
Miguel y Ernestina son primos; eso, sin embargo, no ha impedido que sostengan una contenida aunque intrincada relación amorosa. De hecho, lo suyo dista mucho de ser algo prohibido. Para la familia de él, Ernestina –habitante de la gran ciudad, rica y recién divorciada- es un gran prospecto. Después de todo, Miguel es un humilde farmacéutico de un pueblo costero y el padre de una niña a la que engendró cuando tenía tan sólo doce años. El problema es que su relación no tiene futuro, como ellos mismos lo aceptan: Miguel, con la voluntad quebrada desde niño, cree que ya no puede volver a empezar: carga con las responsabilidades de quien no ama. Y a Ernestina, por si fuera poco, le da miedo el sexo. A estas complicaciones hay que sumarle los conflictos protagonizados por las familias de ambos y el peso de una sociedad ansiosa de rumores y vituperios, ya sea en ese pequeño poblado acosado por el calor o en la cosmopolita ciudad de México de la década de 1950. Otro personaje entra en escena: “el caballo de oros” según las cartas de una adivinadora. |
Los cuarenta y uno: novela crítico-social de Eduardo A. Castrejón (seud.)
La madrugada del domingo 17 de noviembre de 1901, la policía irrumpió en una velada en el centro de la Ciudad de México: veintidós de los asistentes –todos ellos varones- vestían ropas masculinas, mientras que otros dicecinueve que hacían de sus parejas portaban vestidos y atavíos de mujer. A este episodio del underground urbano se le conoció entonces como el Baile de los 41, y la cifra es usada desde entonces como estigma y choteo de la homosexualidad en México. “Lo más significativo de la redada de los 41 es, reiteradamente, la detención arbitraria de un grupo que se divierte una noche de sábado. (…) No se conciben siquiera los derechos civiles y humanos de los ‘pervertidos’, y ‘el mal ejemplo’ es delito suficiente”, afirma Carlos Monsiváis en el prólogo de este volumen. Publicada en 1906 y firmada por el fantasmal cuanto incógnito Eduardo A. Castrejón, Los cuarenta y uno: novela crítico social da cuenta del suceso, así como del escenario público y del castigo ejemplar recibido por los participantes de aquella velada. A caballo entre la curiosidad bibliográfica y el documento histórico, a más de un siglo de su publicación, esta obra llega hasta nuestros días como un testigo de la demorada conquista de espacios, garantías y derechos de las minorías civiles en la capital mexicana. |
El amarre de Margarita Peña
Novela erótica y sentimental, El amarre puede leerse como un intenso y dramático viaje, al modo de un bildungroman, tanto como un moderno ars amandi. El relato plantea los papeles que se juegan en una relación de pareja a lo largo del periplo interminable de sus protagonistas, Alonso y Miranda, “amarrados” por efectos de un hechizo. La magia, en este relato, pone de manifiesto la fusión de espiritualidad y carnalidad, el descubrimiento del cuerpo y de la propia identidad, que dan consistencia al personaje femenino en medio de las vueltas del tiempo en una locación tan vasta como el mundo. El amarre no está exento del humor y la picardía de ciertos textos del Siglo de Oro imbricados en un contexto contemporáneo, y pone de manifiesto la capacidad y la imaginación –demostradas durante largo tiempo en el ámbito académico y de la investigación literaria- de Margarita Peña en el género narrativo.
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Pliegue de Antonio Tenorio Once relatos conforman Pliegue de Antonio Tenorio, libro que en opinión de Armando González Torres “se plantea espontáneamente dilemas en torno a la identidad, la melancolía y la libertad”, sentimiento que se expresa “de manera particularmente intensa en el ámbito amoroso, que, con diversos matices, es abordado de manera recurrente en Pliegue”. González Torres, para quien la antigua metáfora de la amistad entre el lector y los libros no es gratuita, reconoce en Pliegue a un amigo “finamente perturbador” cuyo núcleo dramático y reflexivo de los relatos que integran el libro, es el encuentro y apego azaroso “entre seres, siempre frágil y tirante, siempre cuestionador de las identidades establecidas”. Así, desde “Amanecer”, cuento de tono intimista que da título al libro, hasta “Frontera” que evoca un clima de inevitable catástrofe, el autor escribe sobre la relación con el otro.
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Sirena Selena vestida de pena de Mayra Santos-Febres
(Dirección de Literatura, UNAM, Serie Rayuela, 2011)
Sobre Sirena Selena vestida de pena (finalista del Premio Rómulo Gallegos de Novela en 2001, ahora reeditada por la Dirección de Literatura en su Serie Rayuela, 2011), la escritora puertorriqueña Mayra Santos-Febres escribe: Sirena Selena, es la perfecta personificación de la lujuria, el misterio, la tentación, es la oferta completa envuelta en una tonada amorosa de bolero en el cuerpito destellante de un travesti adolescente. Cuando era pequeño, Sirena vendía su cuerpo a los transgresores; cuando era más grande, Sirena vendía el deseo, la posibilidad de que lo tocaran esos mismos transgresores; y Martha, pues, vendía a Sirena. Eso era lo que había que hacer para sobrevivir. Por eso es que, desde el punto de vista de Sirena y Martha, no hay tal transgresión, hay supervivencia. Hugo sí sabe, porque él es de la clase alta. Él sí sabía muy claramente qué era lo que transgredía. Cuando conoce a Sirena, está cansado de tratar de no cruzar el límite al que el cuerpo lo estaba empujando. |
Serie Rayuela
Una extraña epidemia recorre esta novela del investigador clínico Samuel Ponce de León. En estas páginas el desorden mundial construye escenarios de conflicto crecientes que encuentran en México un sitio de acción permisivo para hacer de la capital un espacio favorable al terrorismo biológico, a las traiciones, a los asesinatos y al descontrol social. Julián de los Arcos, protagonista de la novela, es un investigador universitario que emprende una acción personal y justiciera –encaminada a fundar un equilibrio social justo- que pone en grave riesgo la relación con sus seres más queridos. Junto con Julián, algunos hombres capaces y empeñados en mantener la seguridad del país, intentan reconstruir los sistemas más elementales de protección y defensa, vulnerables al ejercicio del poder.
La música del pensamientode Hernán Lavín Cerda
A medio camino entre la confesión y la fábula, en este libro aparecen las aventuras del viaje y de los desplazamientos interiores. Así, van surgiendo los relatos que se ubican en el recuerdo de algunas ciudades europeas, de México y de América Latina. También hay fragmentos de reflexión existencial, ficciones breves, retratos, revelaciones en voz alta, aquel desliz de la memoria o esa bitácora más o menos íntima, incluso aforismos de la más variada naturaleza. Es ahí, en esos rincones de la memoria o de la geografía, donde surge de improviso Su Majestad el Humor a través de la cuerda sutil de la parodia, el júbilo y la melancolía, panes nuestros de harina inagotable. |
Telaraña de Mauricio Molina |
Ni mentira ni verdad, quince cuentos de Enrique Weich |
Fuera de lugar de Pablo Brescia (Dirección de Literatura, UNAM; serie Rayuela, 2013)
Personajes sumidos en su cotidianidad hasta que un suceso , una persona e, incluso, una lectura, los descoloca y los cambia para siempre; experiencias que se perciben como ajenas, como si de vidas paralelas se tratase; escenarios diversos, que reflejan desde las vivencias de una mucama inmigrante en Estados Unidos, hasta la particular manda de un hombre en Japón. Por estas páginas deambulan los más variopintos personajes: un asesino a sueldo, gitanos, universitarios, sepultureros y, por qué no, Frank Kermode e, incluso, David Foster Wallace. Pablo Brescia nos presenta doce relatos –irónicos, vertiginosos, plagados de referencias literarias- en los que escritores, lectores, niños, hombres y mujeres se encuentran o parecen estar, en efecto, “fuera de lugar”. |
Edificio la Princesa de Bruce Swansey
Dirección de Lteratura, UNAM, Serie Rayuela, 2014
Edificio La Princesa es un homenaje a la infancia y un conjuro para que ésta permanezca a pesar de los desengaños y el desencanto vital mediante el misterio, la ternura e incluso la crueldad que colman los pasillos de ese inmueble llamado memoria. Las narraciones pueden leerse de manera independiente o como capítulos de un largo relato fragmentario que parte de una escena original y retorna a ella en forma de variaciones sobre un tema que atraviesa los corredores y las estancias de este libro. Una noche, una detonación despierta a los personajes de este edificio, y cuando apenas se recuperan del horror, una nueva suena para quedarse reverberando desde 1928 hasta nuestros días. Once historias hilvanadas a través de un crimen pasional seguido de un suicidio resuenan en el espacio espectral del Edificio La princesa.