portada-invocacion-lizardo.jpgInvocación de Eloísa de Gonzalo Lizardo (Dirección de Literatura, UNAM / Ediciones Era, 2011)

“Quisiera advertir a mis eventuales lectores que si leen este cuaderno se debe a que algún samaritano lo halló, casi por accidente, bajo la almohada de mi último lecho, junto a un par de valijas y al retrato de una jovencita, pintado con una devoción que subsana su torpeza”. Con esta advertencia empieza Invocación de Eloísa, novela de Gonzalo Lizardo, donde Eloísa y el muchacho que se enamora de ella emprenden un viaje a la pesadilla desbocada, la verdad libre de la imaginación reprimida en los subterráneos de la moral y las “buenas costumbres”. Al mismo tiempo, Eloísa y su enamorado habitan aquella región de su pueblo caracterizada por la aburrición y sus rutinas: el lado de los padres y los maestros. Eloísa es sirena y bruja del agua, santa sexual, demonio pedagógico, acaso la simple fantasía de un muchacho. Esto es su invocación. Este regreso del mito –y al mito- propicia una mezcla en que se fecundan los fuegos vivos del habla y la morosa filigrana de lo escrito con opulencia, a veces casi modernista, a veces con una nostalgia de palabras que regresan de las alacenas de provincia, de su suave resistirse al olvido.

Gonzalo Lizardo (Fresnillo, Zacatecas, 1965). Luego de estudiar ingeniería química, se dedicó a las artes gráficas y al periodismo, antes de concentrarse en la literatura. Ha publicado un libro de ensayo y cinco de ficción, entre ellos Jaque perpetuo y Corazón de mierda. Actualmente imparte un seminario sobre novela moderna en la Universidad Autónoma de Zacatecas.