altLuis Mario Schneider y la literatura mexicana de Alejandro García

(Dirección de Literatura, UNAM, 2015)

 

“Luis Mario Schneider ni es pájaro ni vuela: excava, descubre, resucita. Con tacto, inteligencia y perseverancia, frente a nuestra funesta manía de enterradores, exhuma, revela, revive”, escribió Octavio Paz sobre el escritor e investigador nacido en Santo Tomé, Argentina, en 1931 y fallecido en Malinalco, México, en 1999. Schneider fue lo mismo un especialista en las vanguardias culturales mexicanas que un arqueólogo literario fascinado por el hallazgo de autores relegados del canon oficialista y el estudio de los índices de revistas sepultadas por el olvido. Académico y narrador, historiógrafo y poeta, bibliófilo, polemista, promotor cultural e impulsor de nuevas generaciones de escritores a través de su incansable labor editorial y de difusión, a 15 años de su muerte, Schneider sigue siendo una figura central de nuestras letras difuminada tras su destacada labor de preservación, curaduría y divulgación de la literatura mexicana.

En este libro –merecedor del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario Malcolm Lowry 2012-, Alejandro García dedica las líneas temáticas sobre las que Schneider trabajó a lo largo de su carrera académica así como los alcances de sus investigaciones y sus aportes a la historiografía literaria de México.

 

 

Alejandro García (Ciudad de México, 1970) es editor, ensayista, narrador y cronista. Entre otros temas, se ha dedicado al estudio del cuento corto, las novelistas mexicanas, índices de revistas y periódicos literarios del siglo XIX. Ha realizado ediciones y antologías de diversos escritores, entre ellos, Efraín Huerta. Ha obtenido, entre otros reconocimientos: el Premio Bellas Artes de Ensayo Literario José Revueltas 2014, por su trabajo Quebranto de espejos, La mujer en la narrativa de José Revueltas; el Premio Nacional de Ensayo Alfonso Reyes 2013, con el texto La palabra rebelde. Temas y aficiones en las novelistas mexicanas; y el Premio de Ensayo Literario Bellas Artes Malcolm Lowry 2012, al que se hizo acreedor por el presente volumen.