Un giro en espiral, el proyecto literario de Juan José Arreola y otros ensayos sobre su obra de Sara Poot Herrera |
Arreola –escribe Poot- supo de las calamidades del alma pero el genio de su gracia desplegó su humor” y nos invocó al acto lúdico “de su escritura y a la ceremonia de la palabra oral que le recorría el cuerpo y entonaba con la elegancia de su estilo, el ritmo poético arreolesco”. Los breviarios, de acuerdo con la investigadora, son: “juegos de armonías” que “van recopilándose para dar lugar a una serie de invenciones varias regidas por la libertad de quien toca la palabra, la oye y la escribe para darle nuevas alas y hacerla libre, hacerla libro”. En cuanto a la escritura fragmentada que caracteriza a La feria, apunta: “La feria va hilvanando la vida de un microcosmos social pueblerino, visto desde diferentes ángulos. Las historias colectivas y las individuales se entremezclan y dan lugar a diversas visiones que se manifiestan por medio de lo que dicen los personajes”. El relato de La migala es comparado por la autora con una tela de Penélope que se teje y se desteje: “la escritura, al igual que la historia, se clausura en un hermetismo tal que encierra en su interior a cada uno de sus elementos: solipsismo de la escritura y de la historia que fija una cotidianidad detenida” en un presente que rechaza su encuentro “con el pasado, y que tampoco puede resolverse en el futuro, aun cuando éste sea la muerte”. En Un giro en espiral, Sara Poot parte de la obra misma de Juan José Arreola “para de ahí desprender la concepción histórico-social y literaria que en ella subyace, y que se deriva de una perspectiva particular”. |