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COEDICIONES |
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El viaje y los sueños, un ensayo vagabundo de Jorge Bustamante García (Dirección de Literatura, UNAM / Ediciones Sin Nombre, 2013)
Sergio Pitol, uno de los maestros de la narrativa de fines del siglo XX y principios del XXI ha sido también un traductor notable y un voraz lector de literaturas en otras lenguas. Los frutos de su interés y curiosidad los ha dado a conocer en español y los lectores en esa lengua tenemos una deuda impagable con él. Una parte de ella la asume Jorge Bustamante García –poeta y traductor del ruso, colombiano de nacimiento y mexicano por elección, es autor también, entre otros libros, de Literatura rusa de fin de siglo- al escribir El viaje y los sueños, ensayo sobre la lectura de la presencia rusa en Pitol y entre nosotros a partir de una peculiar forma peripatética del pensamiento –eso quiere sugerir al subtitular el libro Un ensayo vagabundo- en donde el azar y el diálogo, la pasión lectora y la admiración por la obra del narrador veracruzano crean un fascinante retrato de la lectura creadora.
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Guadalupe Dueñas: Después del silencio
(Tecnológico de Monterrey/Universidad Iberoamericana/Dirección
de Literatura, UNAM/Universidad Autónoma del Estado de México/
Conaculta, introducción: Maricruz Castro y Laura López Morales (editoras),
colección Desbordar el canon, 2010)
Desde 2006, el Taller de Teoría y Crítica Literarias Diana Morán promueve la colección Desbordar el canon. Escritoras mexicanas del siglo XX, cuyo objetivo es analizar la producción de autoras que, a pesar de ser reconocidas en el ámbito académico nacional e internacional, se localizan en el margen del consumo del público lector y del análisis de los especialistas, al ser sus textos casi inaccesibles o de insuficiente distribución, su estudio poco difundido y casi siempre acotado a temáticas y géneros literarios muy específicos. Guadalupe Dueñas: Después del silencio está integrado por textos y ensayos de Miguel Sabido, Ruth Levy, Laura Cázares, Gloria Prado, Aurora Piñeiro, Maricruz Castro y Laura López Morales, entre otras autoras; contiene, además, un “Soneto a Lupita Dueñas”, de José Emilio Pacheco, y fragmentos de Memorias de una espera, mecanuscrito depositado en el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional y reproducido con anuencia de la Dirección de Literatura, Difusión Cultural, UNAM.
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Libro de cuentos del chileno Benjamín Labatut ganador del Tercer Virtuality Literario Caza de Letras 2009 |
Sociedad Anónima de Mónica de la Torre (Bonobos / Dirección de Literatura, UNAM, 2010) El escritor Heriberto Yépez opina sobre Mónica de la Torre: “Poeta. Traductora. Post-mexicana. Satírica. Experimental. Gusta de codificar. Cruzar referencias. Micro-aclimatarse. ¿Post-poética? Antipoeta. Auto-traductora. Post-norteamericana. Satúrnica. Posmoderna. Gusta de descodificar. Encriptar referencias. Transnacionalizarse. ¿Post-prosaica? Hay libros que son dos. Uno en México. Otro en Estados Unidos. Otros son tres contando al lector. Sociedad Anónima de Mónica de la Torre es el cuarto libro de la trilogía anterior.
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Una y fugaz de Pura López Colomé
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Almanaque de cuentos y ficciones (1955-2005) de Eduardo Lizalde A más de cincuenta años de la publicación de su extraordinario relato “La cámara”, una obra maestra de sorprendente actualidad, Eduardo Lizalde reúne aquí toda su producción cuentística: dos volúmenes previos y algunos inéditos. Uno de nuestros mayores poetas, dueño de una voz poderosísima que desde sus primeros libros se presenta con una madurez notable, Lizalde explora en los relatos reunidos aquí desde el realismo más extremo hasta la fábula, de la narración filosófica al juego, la ironía o la parodia. Su prosa afilada y versátil sirve lo mismo a la descripción aterradora y veraz de una deriva hacia la locura, a la disquisición erudita o la caricatura política, al humor distanciado del cuento-ensayo y la reseña-ficción, que a la crueldad minuciosa y elegante de su maravilloso “Manual de flora fantástica”: siempre con la aparente sencillez, la enorme fuerza y la violencia exacta que habitan también su poesía.
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Enriqueta Ochoa: En cada latido, un monte de zozobra
(Tecnológico de Monterrey/Universidad Iberoamericana/Dirección
de Literatura, UNAM/Universidad Autónoma del Estado de México/
Conaculta, introducción: Maricruz Castro y Laura López Morales (editoras),
colección Desbordar el canon, 2010)
Desde 2006, el Taller de Teoría y Crítica Literarias Diana Morán promueve la colección Desbordar el canon. Escritoras mexicanas del siglo XX, cuyo objetivo es analizar la producción de autoras que, a pesar de ser reconocidas en el ámbito académico nacional e internacional, se localizan en el margen del consumo del público lector y del análisis de los especialistas, al ser sus textos casi inaccesibles o de insuficiente distribución, su estudio poco difundido y casi siempre acotado a temáticas y géneros literarios muy específicos. Enriqueta Ochoa: En cada latido, un monte de zozobra contiene ensayos de Luz Elena Zamudio, Gloria Prado, Esther Hernández Palacios, Blanca Ansoleaga y Nora Pasternac, entre otras autoras. Ambos libros incluyen fotografías, así como bibliohemerografía sobre Guadalupe Dueñas y Enriqueta Ochoa. |
Una novedad más de la colección Desbordar el canon es Luisa Josefina Hernández entre iconos, enigmas y caprichos. Navegaciones múltiples... |
Una novedad más de la colección Desbordar el canon es Luisa Josefina Hernández entre iconos, enigmas y caprichos. Navegaciones múltiples, libro que contiene ensayos sobre la vida y obra de la narradora y dramaturga, escritos por Luzca Becerra, Ana Elena González Treviño, Laura Cázares, Ana Rosa Domenella, Edith Negrín, Raquel Gutiérrez, Teresa García, Ute Seydel, Margarita Tapia, Gloria Prado y Ana Luisa Coulon. Se incluye, además, una entrevista a la escritora, de Gloria Prado y Carmen Zambrano, además de fotografías y una amplia bibliografía. |
(Editorial Espejo de Viento / Dirección de Literatura, UNAM, 2010; selección, traducción y notas: Verónica Martínez Lira y Yael Weiss)
La mirada exuberante. Barroco novomundista y literatura latinoamericana de Lois Parkinson Zamora
(Dirección de Literatura, UNAM / Iberoamericana-Vervuert, 2011) En La mirada exuberante: Barroco novomundista y literatura latinoamericana, Lois Parkinson Zamora, catedrática de la Universidad de Houston y autora de importantes libros sobre Latinoamérica, traza la emergencia y trayectoria conflictiva del Barroco novomundista en sus distintas expresiones, artes plásticas, arquitectura y literatura. Parkinson Zamora sigue las transformaciones del Barroco europeo en Latinoamérica entre los siglos xvii y xviii, cuando la sensibilidad y las materias e iconografías autóctonas y africanas, transformaron el estilo barroco para adaptarlo a las normas y necesidades locales. En el siglo xx, el Barroco novomundista, ya híbrido y mestizado, viene a entenderse como una forma de identidad cultural latinoamericana. Entrada la centuria, en los años cuarenta, incluso deja de ser una forma de conquista para transformarse en una contraconquista. Según Ángel Guido, Alejo Carpentier, José Lezama y otros escritores, el Barroco novomundista es una respuesta al colonialismo, una rebelión poscolonial. Hoy en día el Barroco sigue evolucionando. Así, el Neobarroco incluye el muralismo mexicano, y las obras literarias de Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges y Elena Garro, entre otras expresiones artísticas autóctonas del continente. |
La pequeña tradición, apuntes sobre literatura mexicana de Armando González Torres (Dirección de Literatura, UNAM / DGE / Equilibrista, 2011)
Los ensayos que componen este libro, acreedor del Premio José Revueltas 2008, abordan algunos nudos selectos del gran árbol de la literatura mexicana. Publicados originalmente en distintas revistas y suplementos, conforman una unidad que se acerca a esa tradición en la literatura mexicana que, frente a la oferta de un arte político, pragmático y pedagógico, intentó reivindicar la autonomía de la experiencia literaria e incluso vivió dramáticamente los dilemas entre un arte “puro” y uno comprometido. Así, por estas páginas desfilan desde autores de la generación del Ateneo de la Juventud, como Alfonso Reyes y Carlos Díaz Dufoo, hasta algunos de la denominada Generación de Medio Siglo, en un recuento que se ocupa tanto de nombres frecuentados por la crítica (los miembros de Contemporáneos, Alejandro Rossi o Salvador Elizondo) como de otros más olvidados (Rubén Salazar Mallén o Manuel Ponce). |
Invocación de Eloísa de Gonzalo Lizardo (Dirección de Literatura, UNAM / Ediciones Era, 2011)
“Quisiera advertir a mis eventuales lectores que si leen este cuaderno se debe a que algún samaritano lo halló, casi por accidente, bajo la almohada de mi último lecho, junto a un par de valijas y al retrato de una jovencita, pintado con una devoción que subsana su torpeza”. Con esta advertencia empieza Invocación de Eloísa, novela de Gonzalo Lizardo, donde Eloísa y el muchacho que se enamora de ella emprenden un viaje a la pesadilla desbocada, la verdad libre de la imaginación reprimida en los subterráneos de la moral y las “buenas costumbres”. Al mismo tiempo, Eloísa y su enamorado habitan aquella región de su pueblo caracterizada por la aburrición y sus rutinas: el lado de los padres y los maestros. Eloísa es sirena y bruja del agua, santa sexual, demonio pedagógico, acaso la simple fantasía de un muchacho. Esto es su invocación. Este regreso del mito –y al mito- propicia una mezcla en que se fecundan los fuegos vivos del habla y la morosa filigrana de lo escrito con opulencia, a veces casi modernista, a veces con una nostalgia de palabras que regresan de las alacenas de provincia, de su suave resistirse al olvido. |
Las afueras de Luis Jorge Boone (Dirección de Literatura, UNAM / Ediciones Era, 2011)
En Las afueras el paisaje de Monclova, Sabinas, de la sierra de Chihuahua pero sobre todo el de Cuatro Ciénagas es el mapa en el que se van trenzando los tiempos de dos hermanos: William y James, de sus vidas, sus amores, sus muertes. En Las afueras no sólo está el tiempo fragmentado, esa gran herencia de la narrativa del siglo XX que permite el brillo de lo que ha quedado por suceder. El ritmo permite ver cómo los hermanos y sus novias, las leyendas y las noticias del desierto no son solamente sus nombres, sus cuerpos, sino también los espacios de las ausencias y los fantasmas que recorren esos espacios. El tiempo roto y el tempo variable permiten que estos vehículos que cruzan el desierto, estas casas a medio hacer o a medio arruinarse, estos fósiles y estos restos de un mar prehistórico cuenten no solamente una historia de amistad y celos y violencia, de iniciación y maduración, sino que le permiten desplegarse. Cuentan pero también sugieren. Poesía y prosa convergen en esta novela de Luis Jorge Boone que incluye un epígrafe de Luis Antonio de Villena: El pasado debe dejar de existir –casi cesar- / porque la vida sólo puede parecerse al futuro./ |
El disco de Newton, diez ensayos sobre el color de Cristina Rivera Garza (Dirección de Literatura, UNAM / bonobos, 2011)
Poeta, novelista, cuentista y twittera de corazón, Cristina Rivera Garza eligió la forma aforística para escribir estos ensayos sobre el color. El libro puede leerse empezando por el final o por el medio, o si se quiere por el principio y obedecer así el orden consecutivo de las páginas que integran los diez capítulos de los cuales se incluye aquí una muestra:
Wittgenstein alguna vez aseguró, de manera por demás famosa, que los colores nos invitan a filosofar. Isaac Newton, el hombre que se percibía a sí mismo como “solo un niño jugando en la playa”, entendía los arcoiris. También los entendía Cildo Mireles, incidentalmente. Dorothy, la niña de los zapatos rojos, los conocía también, por cierto. No es extraño que la libertad sea a veces una gran pared blanca. El blanco, como se sabe, no es la ausencia de color. A través del disco de Newton, un viejo ejercicio escolar, los niños aprenden que el blanco resulta de la rápida combinación de todos los colores. |
La bomba de San José de Ana García Bergua (Dirección de Literatura, UNAM / Ediciones Era, 2012)
Hubo una vez una ciudad ingeniosa y a la vez ingenua. Una ciudad donde los poetas trabajaban en las flamantes agencias de publicidad y donde se hacía teatro y cine experimental y los pintores ya no querían pintar murales y las mujeres ya no querían ser obedientes, sino, entre otras cosas, disfrutar de la libertad del mambo y la danza moderna y oír jazz por las noches. Era una ciudad a la que también le gustaba ir a los cabarets del Centro y que se inventó una Zona Rosa para poner los nuevos cafés. Son los años sesenta en la Ciudad de México, la época de la Ruptura, de las reseñas de cine y de la Casa del Lago, y los ímpetus creativos son tales que incluso un pariente del Señor Presidente aspira a crear una obra maestra del Séptimo Arte, aunque no sin la ayuda de El Yaqui, venerado director de perlas del cine nacionalista nacional. En su entusiasmo por desplegar su moderna sensibilidad y tal vez deslumbrar a Cannes, el pariente no para mientes en los métodos, por lo que –remontado en el Ajusco- reúne, amenaza y hasta secuestra a sus colaboradores. Con toda razón, considera que ser quien es no debe obstar para dejar huella en el palmarés del cine universal. Ni que decir tiene que el lector se ve obligado a tomar aire con cierta frecuencia, entre una y otra tanda de carcajadas, y que la esposa buena y fiel es debidamente recompensada por sus nuevas y muy modernas amistades, mientras que el esposo secuestrado y la estrellita que lo vuelve loco reciben su justo castigo. La bomba de San José de Ana García Bergua es una novela con gran sentido del humor, evocadora de una época en que los refugiados españoles todavía creían que iba a caer Franco y la gente también iba a alfabetizar guajiros en Cuba y aprendía a hacer yoga y a andar en minifalda. |
Perros muy azules de Claudia Hernández de Valle-Arizpe (Dirección de Literatura, UNAM / Ediciones Era, 2012)
Perros muy azules, libro que obtuvo en 2010 el Premio Iberoamericano de Poesía Jaime Sabines para Obra Publicada, aborda las peripecias de un ermitaño (“solo”), una mujer con Alzheimer (“enferma”) y una joven (“el viaje”). Tres relatos unidos por la desubicación sentimental, geográfica y mental de sus personajes, que pasan del verso a la prosa bajo el mismo principio de indeterminación. Si el “solo”, inspirado en el escritor Juan Vicente Melo, monologa en breves cadenzas sobre el aislamiento de sus últimos días, la “enferma” narra su paulatina conversión a la fe del olvido, mientras que la muchacha describe los paisajes de su juventud autoconsciente: “Reconstruyo detalles como si navegara un río / y mis ojos siguieran a un tiempo / la superficie y el fondo”. “En una realidad de imágenes que tiemblan”, según la autora, la única historia que podemos contar, la única versión de esa historia que podemos contarnos a nosotros mismos, es una ficción de palabras que tiemblan involuntariamente. |
Juan Rulfo, el arte de narrar de Françoise Perus (Dirección de Literatura, UNAM / CIALC / Fundación Juan Rulfo / Universidad Autónoma de Guerrero / Editorial RM / Universidad de Colombia, 2012)
Experta en el “arte de narrar” de Juan Rulfo, Françoise Perus, investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, reúne en este libro su trabajo producido a lo largo de varios años. José Pascual Buxó afirma en la introducción: “Leídos en el contexto de la narrativa precedente –y en especial de la novela de la Revolución Mexicana- los cuentos y la única novela de nuestro autor, publicados en 1953 y en 1955, respectivamente, produjeron un efecto desconcertante en la mayoría de sus lectores contemporáneos: velada o semioculta en un discurso francamente ‘anómalo’ –es decir, transgresor de las normas narrativas entonces en boga-, ¿cuál era y dónde quedaba la ‘realidad’ del mundo al que forzosamente, según se pensaba, habían de remitirse aquellos textos…?” Para José Pascual Buxó “la tarea esencial que se impuso Françoise Perus fue la de revisar y discutir las premisas de las que había partido la crítica precedente”, sin privilegiar “las eventuales correspondencias entre el mundo de la ficción y el mundo ´real´”. “El llano en llamas y sus narradores”, “Pedro Páramo, o la ensoñación de lo concreto” y “No oyes ladrar los perros”, son algunos ensayos que incluye este libro que, además, contiene una amplia bibliografía. |
Damiselas de Numidia de Mohamed Leftah (Dirección de Literatura, UNAM / vanilla planifolia, 2012)
Damiselas de Numidia se teje en un burdel de Casablanca habitado por magnates, poetas alcohólicos, proxenetas y mujeres-flor. El narrador se instala en la vida nocturna para describir las historias de un mundo sórdido, donde se mezclan escenas de ternura y crudeza, en las cuales resuenan tanto las imágenes de la erótica clásica, como las traducciones de Sir Richard Francis Burton o los textos de Jean Genet. |
La falena de las colinas de Koulsy Lamko (Dirección de Literatura, UNAM / vanilla planifolia, 2012)
A través de la memoria de una reina, violada por un sacerdote y asesinada por sus seguidores, que reencarna en el cuerpo de una falena (mariposa nocturna), Kously Lamko recrea los horrores de la Guerra de Ruanda (1990-1994). La mirada de la mariposa, nos revela el mundo posgenocida y una memoria colectiva que se debate ante un capítulo extremadamente brutal y doloroso, así como los intentos individuales por hacer renacer la esperanza. |
Los árboles que poblarán el Ártico de Antonio Deltoro (Dirección de Literatura/Ediciones Era, México, 2012)
Antonio Deltoro ha registrado las más diversas gradaciones de la luz, sin evitar aquellas que colindan con la invisibilidad. Al adentrarse de lleno en zonas sombrías, sus poemas apuntan la inminencia de un caos. De frente a una realidad erizada de malos agüeros, Deltoro aún halla motivos para persistir en el humor y la ligereza. Hay en estas páginas una rara simpatía con la fibra seductora del miedo. Hay, en la misma vertiente, un impulso simultáneo de salto y vuelo, método primordial y poderoso a la hora de sobreponerse a la pesadumbre y el desaliento. Cultivador del escepticismo fundado y de su complemento, el optimismo razonable y problemático, el autor de estas páginas lanza preguntas que intercambian caracteres ante el espejo y perfilan inquietantes paradojas: ¿para qué tanto buscar, si al fin y al cabo siempre se encuentra? Nada más ajeno a esta poética, sin embargo, que el recurso de la vaguedad. Consciente de la vastedad del universo y atento a la singularidad de todos los seres que lo pueblan, el autor nos regala este libro misceláneo y único, en el que los asombros nacen “de lo imponderable de la poesía”.
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